Desde el 11 de agosto he vuelto a tener el gustazo de navegar con el capitán Jack Aubrey, el cirujano Stephen Maturin y resto de la tripulación por aguas del Mediterráneo cercanas a Dènia, costas baleares y de la Marina Alta en su corbeta “Sophie”
Embarcamos en Mahón después de que Jack se asegurara de que el barco estuviera en perfectas condiciones para la navegación y hemos estado estas dos últimas semanas de crucero, primero por el norte de las Baleares y luego costeando desde Barcelona hasta el Cabo de La Nao tras una aventurera parada en Moraira, con desembarco incluido.
El Mediterráneo es mi mar, el mar que tanto he disfrutado desde los veranos de mi infancia junto con mis hermanos y hermanas, y el que sigo disfrutando en cuanto puedo de todas la maneras posibles y en todas las estaciones del año. Me gustan los temporales otoñales, las calmas de enero, la claridad de sus aguas tras un fuerte llebeig, me gusta sumergirme en verano y me gusta su olor y color. “Eres como una mujer perfumadita de brea”. (J.M. Serrat.) Me gusta todo de este mar.
Ha sido un viaje imaginario y lo repetiría si tuviese otra ocasión porque me ha ayudado a pasar el tiempo de forma rápida que un accidente doméstico me ha obligado a guardar cama, pero un buen libro alivia mucho y te traslada fácilmente al lugar que quieras.
Todavía me queda bastante reposo, pero otro libro seguro que me volverá ayudar a soportarlo.
A mí también me enamora el Mediterráneo en todas sus versiones, y un libro puede ser el mejor de los amigos y viajar de su mano a lugares, vidas y tiempos lejanos sin movernos de casa.
Pronto estarás bien y volverás a disfrutar de es mar que te está esperando.
Lo mejor está siempre por llegar.
Seguro, Ana. Lo mejor siempre es la ilusión y el futuro, y cuento ya los días para que pueda sumergirme de nuevo en ese mar que tanto nos seduce. Septiembre es un mes muy agradable para disfrutar de él.