Mi pasión por el Mediterráneo nace de los veranos de mi infancia, recuerdos de juegos, de sol y de sal que siguen presentes cada vez que huelo el olor a algas y salitre que trasladan sus brisas y vientos. No hay día que no me acerque de buena mañana a verlo y a olerlo, y siempre muestra su belleza y encanto, no importa el estado de sus aguas, unas veces azules y calmadas, y otras como estos días de gota fría con mar gruesa y levante soplando en furiosas ráfagas. Las tardes son para la lectura tranquila contemplando su horizonte, y en verano metido y nadando en sus aguas.
Es un mar de guerras, naufragios, piratas, batallas, pero es mi patria, el mar de nuestra cultura que va desde el aceite oliva hasta el Partenón de Atenas, y lamentablemente ahora cementerio de miles de migrantes que intentan también disfrutar del placer de vivir en los países más desarrollados. Son las aguas donde se perdió Ulises en el viaje que nunca acaba, la espera de Penélope y argumento de grandes escritores inspirados en su luz y su cultura, es el mar que une a las gentes que han habitado y vivido en sus riberas durante siglos que Lawrence Durrell tan bien describe en su ” Trilogía Mediterránea”
Destino de mucha gente que viene a disfrutarlo a pesar de que eso comporte sillas de plástico, turismo de masas, olor a protector solar y paellas incomibles, pero compartirlo significa generosidad. Ese turismo que a veces molesta ha aportado mucha riqueza y comercio que en su momento me permitió tener un trabajo y ahora una jubilación digna.
Todos los habitantes de sus riberas nos identificamos como miembros de una misma patria y compartimos costumbres, carácter y forma de entender la vida.
“Llevo tu luz y tu olor por donde quiera que vaya…” J.M. Serrat
Precioso. Yo tambien me siento en casa tan sólo teniendololo cerca y un poco huérfana cuando me alejo.
Paraíso, y esperanza de una nueva vida de tantos que nunca debieron ni deberían perderla en sus aguas.
Me pasa lo mismo que Ana, es ver el Mediterráneo y sentirme en casa. Ya sea en Dénia, Barcelona, Marruecos o Italia. Es y será mi paraíso particular.