Recientemente, Netflix me obsequió una película inesperada que me dejó una grata impresión.
Se trata de “La Llegada” (Upon Entry), una obra que, por su carácter sorpresivo, me impactó aún más. A primera vista, parece una película modesta, pero en realidad es un profundo y entretenido relato.
Con una duración de 74 minutos, esta película ofrece un ejercicio magistral de aumento constante de la tensión dramática. Es imposible desviar la mirada de la pantalla, ni siquiera por un instante.
Las principales virtudes de “Upon Entry” residen en su guion y en las actuaciones de Bruna Cusí y Alberto Ammann, quienes brindan probablemente las mejores interpretaciones de sus carreras. Esta película logra capturar la atención del espectador desde el primer minuto, y lo hace con un presupuesto limitado, utilizando medios sencillos y rodando en espacios reducidos como un taxi y un avión, hasta llegar a la sala de interrogatorios, donde los actores que interpretan a los policías logran generar un profundo desagrado por la calidad de su actuación.
A pesar de la amplia oferta disponible en las plataformas de streaming, resulta gratificante descubrir cómo esta pequeña y sencilla película me ha sorprendido de manera tan positiva.