Hurgando en mi iBook de Amazón descargué (0,89 €) la novela de Stendhal “Rojo y Negro” observé a lo largo de los primeros capítulos que la traducción chirriaba y convertía el texto original francés de forma deficiente al castellano y no correspondía a la calidad que suponía tendría el original francés tratándose de una novela tan reconocida y tan destacada de la literatura francesa.
Para poder comprobar la diferencia de la traducción saqué de la biblioteca municipal la novela en papel , y tras confirmar que la traducción era de Carlos Pujol, doctor en filología románica y catedrático de literatura francesa en la universidad de Barcelona, comencé la lectura desde el primer párrafo del primer capítulo.
La diferencia de los textos entre una y otra es abrumadora, y bien traducida la convierte en lo que es, una maravillosa novela en castellano. Considerada una de las grandes obras del siglo XIX, la he disfrutado con gran satisfacción. Stendhal es sin duda uno de los grandes escritores del periodo de la restauración francesa. Un libro altamente recomendable.
También tengo entre manos otra de las grandes, ésta del siglo XX, “Vida y destino” de Vasili Grossman y traducida por Marta Rebón. Premiadas tanto la novela como su traducción al mejor libro del año 2007. Describe de forma extraordinaria los trágicos períodos de la colectivización, el terror stalinista y la batalla de Stalingrado. El mérito de Marta Rebón es convertirla en una de las mejores novelas rusas de la posguerra, si no la mejor. Marta es licenciada en humanidades, filología eslava y además fotógrafa, y pese a su juventud ( 38 años) es ya una referencia de la lengua y cultura rusa. Para conocerla mejor dejo un enlace de una entrevista suya en la revista digital “Neville” donde expone sus ideas, sentimientos, opiniones y experiencia.
Felicidades, me gusta mucho este post en defensa de las buenas traducciones y la verdad es que
Marta Rebón es una caja de sorpresas, menudas fotos tiene: http://www.rebonmateo.org/#_=_
спасибо Alfredo!
Totalmente de acuerdo, un libro mal traducido pierde todo su sentido y esencia. Siempre he pensado que el primer paso tras elegir un libro es informarse de quien es el traductor, sobre todo en los clásicos, las diferencias pueden ser enormes. De hecho hay una reivindicación ya larga entre el colectivo de traductores que abogan por que se les de la relevancia que merecen y figure su nombre en la portada debajo de título y autor, me parece muy justo.
Por otra parte doy un pequeño salto de alegría al comprobar que el libro en papel aun puede darle algún revolcón al iBook.
Enhorabuena Alfredo, has dejado un tema muy interesante sobre la literatura y las nuevas tecnologías.
Magnífica entrada y muy interesante!
Iré por partes, como dice Alfredo Jr. que decía Jack El Destripador:
Efectivamente no le damos la importancia que merecen las traducciones que sin ellas estaríamos huérfanos de mucha y buena literatura.
A pesar de que como en las películas lo bueno sería leer al autores en su idioma, resulta mucho más difícil que en el cine porque las matizaciones lingüísticas exigen mucho más que los diálogos cinematográficos.
Admito que tienen gran mérito los escritores que lo hacen en otro idioma que es el suyo materno, como V.Nabokov o Milan Kundera que han escrito grandes obras en otros idiomas, Nabokov en inglés y Kundera en francés.
Y termino. Gracias a los tres por vuestros comentarios. Tiene mucho mérito que alguien lea mas de tres párrafos seguidos. Ayer en un documental de Canal+ sobre internet, decían que los mensajes publicitarios de más de una linea no los lee nadie, y por supuesto las condiciones que hay que aceptar en cada descarga, esas no la lee ni dios.
Hele, bona nit.