A veces, en contraste con el refrán, el bosque no permite ver el árbol. En este caso se trata de buscar una película en la tele y que debido a la abundancia de plataformas que ofrecen tan amplia gama de cine, documentales y deporte, más incluso de lo que a veces podemos digerir, no permiten encontrarla fácilmente.
En este denso bosque de películas que presenta Filmin, posiblemente la plataforma con la mayor variedad de filmes en el mercado, he tenido la fortuna de disfrutar de una que me ha impactado profundamente por todo lo que el cine puede ofrecer: guion, dirección, actuación, fotografía, mensaje y moraleja.
Intentaré explicarme, aunque nunca me resulta sencillo.
Se trata de una película muy íntima, que presenta una serie de circunstancias sociales, pero sobre todo muy humanas, donde los sentimientos y sus consecuencias dictarán sentencia, una sentencia muy dura por el desenlace final.
Los sentimientos a veces llegan a condicionar la mayoría de nuestras acciones vitales cuando optamos por dejarnos llevar por los impulsos que generan.
El guion se enreda a partir de un hecho tan crucial como la vanidad de ella, un aspecto que parece insignificante hasta que la lleva a iniciar una relación entre la mujer, esposa del padre del joven, y lo que inicialmente parece ser un acto liberador para ella, pronto se transforma en una historia de poder y traición que tendrá consecuencias devastadoras para los tres: el padre, el joven y ella misma.
El detonante es un hecho que a primera vista parece trivial, en el que ella, una mujer madura y en un momento que la pilla trabajando en casa, observa cómo el joven adolescente se presenta acompañado con una atractiva joven de su misma edad y mantienen una relación amorosa propia de la pasión juvenil, lo que la lleva a reafirmar tras observarse en el espejo que su propio cuerpo aún conserva la frescura y el atractivo sexual suficientes para intentar seducir al joven, quien, llegado el momento, le corresponde, iniciándose una relación apasionada que desencadenará un final inesperado.
Y hasta aquí llego. Extenderme sería contraproducente para cualquiera que se atreva a disfrutar de esta excelente película.