El libro que voy a comentar llevaba ya un tiempo en mi estantería a la espera de decidir cuando sería el momento oportuno de comenzar a leerlo. Es un libro extenso, de más de novecientas páginas que mi hija Ana me regaló el día Reyes. Por fin me decidí a comenzar su lectura, lectura que me ha atrapado con pasión e interés. El autor, Simón Sebag Montefiore ofrece una visión completa de la dinastía Románov. Leerlo ha sido una maravillosa experiencia tanto por la calidad de su prosa como por el interés que absorbe desde la primera página.
Remito mi comentario a la sinopsis que publica la web Planeta de Libros por ser un análisis más apropiado que todo lo que yo pudiese opinar, así es que decido simplemente copiar y pegar toda su acertada referencia e información.
“Los Románov gobernaron Rusia como zares y emperadores durante trescientos años. A través de la fuerza implacable de su personalidad, esta familia de peculiares pero brillantes autócratas transformó un reino débil y arruinado por la guerra civil en un imperio que dominó Europa. Pedro el Grande, el tirano borracho y asesino, gigante físicamente y reformador político; y Catalina la Grande, la apasionada princesa alemana que derrocó a su propio marido para convertirse en el estadista más sobresaliente de una edad de oro, fueron los dos más grandes gobernantes de Rusia. Elizaveta, que era tan promiscua como glamurosa, continuó el ascenso de Rusia como una potencia europea; más tarde los irresponsables y desequilibrados Pedro III y Pablo I fueron asesinados. Nicolás I censuró a Pushkin, se nombró a sí mismo Gendarme de Europa y luchó en la guerra de Crimea con Gran Bretaña. Finalmente, Nicolás II y Alexandra, a pesar de su feliz matrimonio y la tragedia de su hijo hemofílico, resultaron ser demasiado ineptos para salvar a Rusia de la Gran Guerra y revolución.”