Esta semana hemos visto el último de los siete capítulos de la primera parte de la última temporada de MAD MEN y se nos va quedando el regusto amargo de la despedida de una serie que a muchos nos ha llegado muy adentro. Personalmente a mi por los recuerdos que tengo de aquella década de lo sesenta la cual cubrió mi época prodigiosa, por los cambios sociales y por la edad. La comencé con 13 años y la terminé con 23 y en esos años está la verdadera esencia vital de cada uno, o al menos es lo que nos parece.
Nos han cautivado sus diálogos, sus gestos y sus silencios, que en esta serie aportan tanto, pero como hay gente tan buena y con tanta capacidad de análisis tan clara, os dejo con el comentario publicado en El País esta misma semana. Yo solo tengo que añadir que la serie es una pasada, y que hemos esperado la emisión de cada capítulo con una ilusión enorme.
Papá, qué buena recomendación! Me ha encantado. Por no decir cuánto me gustó el último capítulo y el anterior. Grande Mad Men. Incomesurable Jon Hamm…
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