En una entrevista a Ana Belén, la actriz y cantante que en su juventud fue miembro del Partido Comunista de España, declaró que su decepción por el comunismo fue tras visitar la Unión Soviética, pero sobre todo por la lectura de este libro de Leonardo Padura.
Ya he comentado mi admiración por la literatura rusa en cualquiera de sus épocas, desde Tolstoi, Chéjov, Vasili Grossman y Sevetlana Aleksievich. En este caso no se trata de un escritor ruso, se trata de uno cubano, Leonardo Padura que a través de esta biografía novelada de Trokski y de su asesino Ramón Mercader, nos introduce en el terror del stalinismo y sus consecuencias como pocas veces había tenido la ocasión de leer, y eso que “Vida y Destino” ya me introdujo en ese periodo tan terrible y espantoso.
Además, Padura va mezclando períodos de su experiencia cubana a través del personaje principal, Iván, en el relato de esta historia con una crudeza muy triste pero muy realista de la historia de la Cuba de los años noventa.
Esta novela me ha vuelto a mostrar la terrible realidad de la utopía comunista, la desgracia de todos los que tuvieron que soportarla en aquellos años, y la compasión que nos transmite cualquier documento que lo relate con la crudeza con que lo hace este autor.