Esta misma mañana, en el momento habitual en el que ingreso a la cocina para preparar mi desayuno y escuchar las primeras noticias del día, abrieron el matinal con la efemérides del sexagésimo aniversario del asesinato del Presidente Kennedy el 22 de noviembre de 1963. Es una de esas fechas que ha quedado grabada en la memoria de casi todos los de mi generación con el claro recuerdo de lo que estábamos haciendo en el momento en que escuchamos la noticia.
En entradas anteriores de esta web he mencionado la década de los sesenta tan decisiva y memorable para mí. Comenzó en mi segundo curso de bachillerato y concluyó cuando ya estaba casado en septiembre de 1970. En ese lapso de diez años se sucedieron numerosos acontecimientos históricos trascendentales a nivel universal que me afectaron profundamente.
El magnicidio en Dallas fue uno de esos eventos que marcaron esa década. En aquellos años tenía una imagen muy idealizada de Estados Unidos: su forma de vida, su democracia que tanto admirábamos gracias al cine, y que en plena dictadura era de los pocos medios que nos permitían apreciar, con permiso de los censores morales y políticos, la gran diferencia entre España y otros países y sociedades del mundo. Ahora la realidad es muy distinta, América ha cambiado, o al menos ya no la vemos igual desde esta España mucho más rica, más culta y con una democracia absolutamente fiable y asentada.
J.F. Kennedy y su familia fueron, sin duda, unos de los personajes demócratas más famosos e influyentes de la década de los sesenta.
Este es un ilustrativo documental de rtve publicado hace solo unas horas con muy buena información e infografía.