Marijose y yo hemos disfrutado de una película a la que habíamos marginado desde su estreno hace ya veinte años. No sé porqué renunciamos tanto tiempo a verla siendo como nos ha parecido una película tan profunda, y que tan bien trata los sentimientos masculinos y femeninos. Nada que ver con machismo y feminismo.
Como suelo hacer, no voy a hacer una sinopsis porque añado un enlace donde todo está muy bien detallado sobre la intención de Stanley Kubrick de expresar las relaciones de pareja. Solo quiero dejar mis propias impresiones sobre el poder que la fantasía tiene para condicionar los estados de ánimo cuando los celos afectan, en este caso al marido aunque solo sea una fantasía erótica de la mujer con otro hombre al que no llega ni a conocer. El poder de la imaginación puede llegar a ser más fuerte que los hechos propios, si los hay, porque en los celos suele suceder que es mucho más lo imaginado que lo sucedido, si es que sucede, como ocurre en este caso.
Sentimientos compartidos, o no compartidos, son la esencia de la vida y de las relaciones de pareja, o no. Depende, pero recomiendo ver esta película.
Este es el enlace de Código Cine, mi página favorita a la hora de analizar e informarme sobre cine. Código Cine