Hoy cumplo 73 años que a veces me parecen muchos y otras no tanto. Unas veces mantengo la sensación y esperanza de cumplir más y otras me siento ya amortizado. Soy del signo Escorpio y como tal me siento muy identificado:
“El Escorpio es un signo intenso con una energía emocional única en todo el zodiaco. Aunque puedan aparecer tranquilos, los Escorpio tienen una agresión y magnetismo interno escondidos dentro. El Escorpio es tremendamente poderoso y su carácter puede causar enormes beneficios o grandes riesgos para los demás”
Ya el año pasado mencioné el poema de Kavafis que metafóricamente se refiere a la travesía vital de cada uno. Este año la pandemia nos ha afectado en muchas cosas, a cada uno de forma distinta. Yo me he excedí en mi vuelta y recuerdos al pasado, lo que me llevó a un grado de nostalgia excesivamente melancólica, y ese exceso me afectó anímicamente aunque me haya servido para llegar a la conclusión de que en la nave imaginaria de mi viaje no hay que situarse a popa y mirar atrás, sino a proa, y allí delante ver y vivir el presente y lo que pueda quedar de futuro.
Precioso papá.
Ni demasiado hacia ni demasiado adelante, siempre mejor mirar al frente y disfrutar el presente.
Un beso.
Gracias hija. Eso es, siempre al frente.
Un beso.