Hay libros que se leen y otros que se reelen. El último que he tenido el placer de volver a leer es “Ella, tan amada” de Melania G. Mazzuco, la biografía novelada de Annemarie Schawarzenbach.
El interés por su reelectura me lo despertó la vista a una exposición en Barcelona de la fotógrafa alemana Marianne Breslauer donde se mostraban fotos de un viaje compartido a España en el año 1932. La exposición como tal no era nada del otro mundo, pero volví a meterme en la apasionante e interesante vida de esta mujer, gran viajera que a pesar de lo poco que vivió ( 34 años) lo hizo muy intensamente.
Bisexual, inconsolable, inconformista, doctora en filosofía, periodista, fotógrafa, escritora, arqueóloga, morfinómana, viajera incesante. Su madre de carácter muy posesivo y autoritario la convirtió en una rebelde con causa.
La belleza andrógina del rostro de Annemarie, su inteligencia, enriquecida por una vasta cultura, seducían por igual a hombres y mujeres. El dinero de su poderosa familia le facilitó el conocimiento de los territorios más remotos. En esas comarcas, intentaba hallar el pasaje a “otro mundo”, huía de la civilización occidental, de lo que se dio en llamar “la enfermedad de Europa”. Impulsada por su sed de absoluto, Schwarzenbach convirtió su huida a otros continentes en una experiencia casi mística, que terminó por destruirla.
Llegó a casarse con un diplomático francés en Irán tras un viaje donde trabajó en prospecciones arqueológicas, y por contradecir a su madre. Tuvo multitud de amantes en todos los lugares donde vivió, desde Oriente Medio, Rusia, Estados Unidos ( Carson Mc Cullers, la gran novelista americana), y la África profunda del Congo belga, donde fue acusada de espía nazi a pesar de su huida de la Alemania de Hitler.
Murió absurdamente de una caída de bicicleta paseando por las cercanías de su tranquila casa suiza y cuando a punto estaba de reconciliarse con su madre.
En fin, un libro conmovedor, absorbente por su contenido, por su interesante personaje y por la fantástica escritura de Melenia G. Mazzuco
Que vida tan interesante. Me ha encantado como lo cuentas.
Gracias Ana. Es un libro que te atrapa desde la primera página.
He disfrutado de nuevo mucho con su lectura.
Un beso.