El cinco de septiembre de 1970 amaneció luminoso y azul, exactamente igual que hoy. Recuerdo aquellos momentos de forma muy clara. Formábamos una pareja joven, muy ilusionada y económicamente bajo mínimos
Ahora que ya han pasado todos estos años y hemos llegado bien al futuro imaginado, ahora que en el camino hacia ese futuro llegaron María, Ana y Alfredo, y más adelante también la segunda generación, Pau, Eva, Anita, Daniel y Altea, ahora que nos sentimos tan bien y tan agradecidos a la vida por permitirnos llegar a este día, ahora que la salud nos está respetando, es momento de apreciar todo lo bueno que la vida nos ha regalado.
Solo pudimos celebrar de forma muy íntima nuestra boda, y ahora que habíamos previsto una celebración familiar las circunstancias no lo han permitido, pero lo importante es que estamos todos bien y con la esperanza de que el tiempo nos de otra oportunidad para poder juntarnos y celebrarlo.
Cincuenta años a veces me parecen que no son tantos, y otras veces me doy cuenta de todo lo que hemos dejado atrás y haber podido llegar a donde hemos llegado.
Si, el futuro era esto.
A Marijose