Me cuesta añadir algo más sobre esta película, algo que no hayan dicho ya los grandes críticos de cine y el reconocimiento a esta extraordinaria obra cinematográfica, pero no puedo dejar de expresar lo que me ha gustado.
Me ha gustado todo, la ambientación, la fotografía, el montaje, la música y la interpretación de las dos, Cate Blanchet y Rooney Mara, que no sé cual está mejor, aunque Cate esté ya en lo más alto de la interpretación universal. Siempre nos deja unos trabajos extraordinarios.
La dirección de Todd Haynes borda el delicado tema del lesbianismo porque con muy poco ofrece mucho con una sutileza y una finura que no puedes dejar de admirar, y es que que el tema se las trae y es muy difícil tratarlo mejor, jugando como él hace con los gestos y seducción de las miradas para transmitir los sentimientos.
Basada en una novela de Patricia Highsmith publicada en los años cuarenta con toques autobiográficos y bajo seudónimo, al no atreverse a publicarla con su nombre en tan dura época de feroz censura.
Una de las películas que más me han gustado en los últimos años, de esas que me invitan a volverla a ver en cuanto tenga ocasión, y que me ha devuelto la ilusión por la fotografía y la nostalgia por la vieja analógica cámara Canon de 1953, una joya para un canonista como yo. Es el regalo que Cate le hace a Rooney y que le sirve para iniciar su carrera de fotógrafa profesional en el Times.
He leído una crítica muy completa con la cual coincido, y que dejo aquí en este link: “Carol. La perfección”
A mi también me gustó mucho, y es que la clave de la película está, como muy bien dices, en la sutileza y más en lo que se conjetura que en lo que se ve. Poder evocador máximo.
Por apuntar algo que no hayáis dicho ya: los reflejos en los cristales de los coches, del tren, las transiciones lentas, el encadenado de planos….esa lluvia, esos colores.
Gracias por recomendármela, la he disfrutado muchísimo.